" La diferencia entre un loco y yo , es que yo no estoy loco "

ELEGANCIA SALVAJE

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domingo, 28 de marzo de 2010

No, no estaba con él y mucho menos con ella. Nunca la tendrían, ni siquiera a escasos metros de distancia y quién no diría más aún, kilómetros.
Sus vidas nunca iría como las demás, el sol nunca saldría en su tormenta, por mucho que lloviera.
La diferencia es que ellos aprendieron lo que se conoce como ‘trabajo duro’. Toda su vida como un parásito arraigado a su ser. Nunca remitieron por más que no contaran con su compañía. Nunca se les escuchó una queja o recriminación alguna hacia lo que los rodeaba, al contrario, se consideraban afortunados del día a día. Cada detalle, ellos lo elevaban y lo adoraban como un ente superior, con devoción, y fe en que su equilibrio precario se mantuviera estable, nada más ni menos.
Sólo confiaban en ellos mismos, no creían en nada sobrenatural que los amparara y mucho menos en sus iguales, más despiadados que el mismísimo infierno.
Mucha gente se reía de ellos, por su extraña forma de vida, tan sacrificada… pero qué sabían los demás de su vida, ellos nunca habían conocido el trabajo duro y siempre aspiraban a más con codicia humana explicita en los actos y pensamientos, ellos nunca los entenderían.
Su mundo, sus reglas y complicaciones, siempre serían mayores a los de la gente normal que se burlaba sin cesar.
Debían admitir que muchas veces envidiaban cómo las cosas eran tan fáciles para los demás.. pero luego pensaban en sus mentes y lo fácil que era corromperlas con prometerles algo más, tal vez una utopía lejana al presente.
No, no era envidia, era lástima, y por más injusto que fuese ellos la tenían de su lado, ayudándolos en vano una y otra vez a pesar de las circunstancias. A ellos la suerte si les sonreía todas las mañanas, con el defecto que nunca sabrían valorarla realmente y mucho menos aprovecharla como se debía..

- qué gran pérdida.

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